PALOMALCON

Se que me vigila. Hace unos ruidos extraños y guturales mientras permanece en la columna, como un gargola de carne y plumas, imperterrita, oteando.
La veo todos los días frente a mi balcon. Me hago el indiferente: hojeo un libro, enciendo la tele, limpio el polvo...pero, por si acaso, no le quito ojo a ese ojo.
Cuando en algun momento de atrevimiento inconsciente abro la puerta y deposito algunas migajas de pan en la terraza("acercate, acercate, maldita..."), gira levemente la cabeja, gorjea (¿o se rie?) y marcha a dar una vuelta...
cuando creo haberla olvidado...zas!...ahi esta de nuevo, plantado en su trono, el ojo con plumas.

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